A la caída de muchas ciudades del Clásico maya en las tierras bajas del sur, en la cultura maya de Cozumel, los mayas chontales conocidos como itzaes o putunes aprovecharon la caída del antiguo orden. Esto para introducir una nueva forma de hacer las cosas, originarios de Tabasco y provenientes de una tierra de grandes ríos, lagunas y pantanos. Trajeron desde el Golfo de México el arte de la navegación, lo que les permitió dominar la costa. Establecieron puertos y factorías de apoyo para el comercio, entre los más importantes: Isla Cozumel, Polé y Xel-há.
Los productos con los que participaban en el comercio en estas zonas era el pescado y la sal, las rutas de comercio llegaban hasta Honduras. A los mayas putunes se les ha llegado a considerar los “fenicios de Mesoamérica” por haberse convertido en navegantes experimentados y por la organización que alcanzaron en el comercio marítimo a gran escala. Las rutas comerciales se extendían por lo que hoy conocemos como centro y sur de México hasta Centroamérica.
En el año 918 los itzaes toman Chichén y lo nombran Chichén-Itzá. Llegado al año 1000 Chichén-Itzá se unifica con Uxmal y Mayapán, que son otras dos grandes ciudades de la época, y conforman la alianza Mayapán. El territorio de Cozumel se divide y pertenece a la provincia de Ekab, uno de los asentamientos más grandes de la península. Era una zona de lagunas y sabanas pantanosas, cuyos habitantes se dedicaban a la pesca y al comercio.
Cozumel enclave marítimo y comercial
Durante el período Posclásico Cozumel se convirtió en un punto estratégico para el intercambio comercial de una región que se extendía desde el Golfo de México hasta Centroamérica.
En 1100 Polé mejor conocido como Xcaret se consolidó como el principal puerto de embarque para la cultura Maya de Isla Cozumel. En esa época funcionaba como centro de intercambios, santuario religioso y lugar de peregrinación. Durante el Posclásico de esta zona, culturalmente se pueden distinguir por tipos particulares de arquitectura, cerámica y pintura mural y, sobre todo por su organización social, política y económica que giró alrededor del aprovechamiento de su costa, lo que derivó en uno de los sistemas de comercios vía marítima más extensos y complejos que hayan existido en México antiguo. Un ejemplo de lo anterior es como resalta la arquitectura característica del Posclásico de la costa oriental en Quintana Roo en sus techos planos, columnas de sección rectangular o redondas con capiteles, “templos enanos”, edificios de doble planta y representaciones del dios descendente.
Gracias a la expansión de los mayas chontales, el Posclásico atestigua el apogeo de la cultura de Isla Cozumel, la isla se vinculó directamente con los centros políticos mayores de su tiempo como Mayapán, y tras la caída de éste en el siglo XV, Isla Cozumel desarrolló una vida económica amplia en el mundo maya ya que era un enclave marítimo-comercial muy importante.
En Isla Cozumel se producía y comercializaba la miel, la cera, el algodón y la sal, además de otros productos como corales, especies animales y sus derivados como puntas de lanza hechas de algunas especies marinas que eran usadas en rituales. A Isla Cozumel llegaban materias primas como la obsidiana, el pedernal o algunos metales.
Asimismo, manufacturas como herramientas, cerámica, orfebrería, pieles de animales y especies vivas entre otros productos. Todos estos productos eran distribuidos desde la isla hasta los diferentes sitios de consumo.